Teatro-Celso contrata a Ismael con el propósito de que lea en voz alta textos del repertorio literario universal a su hija Lorena que ha perdido la vista. Esto requiere la máxima neutralidad enunciativa por parte del lector pero la fuerza poética de los textos y la situación misma llevan a los tres personajes a un laberinto emocional incontrolable.